jueves, 10 de diciembre de 2009

[FanFic de Naruto] Asesino Suelto - Capítulo 9

Con un rápido movimiento, Naruto se acercó a una de las patas delanteras del gigantesco perro, y tras rodearla con sus brazos lo elevó por el aire para después lanzarlo como, solo alguien que dominase la técnica del ermitaño, podría hacer. El gran perro en que se había convertido Kiba, giró en el aire para recuperar el control sobre su cuerpo y antes de tocar el suelo realizó un nuevo Garouga, para introducirse bajo tierra. Como si de un gigantesco taladro se tratase, Kiba arrasó todo lo que había bajo el suelo a su paso, hasta que el terreno no pudo más y se hundió en el gran agujero que acababa de crear. Naruto, que veía como todo se desmoronaba bajo sus pies, empezó a moverse intentando abandonar el recién creado agujero, pero antes de poder ponerse a salvo Kiba ya le tenía donde quería.

- ¡¡Por mucho modo ermitaño que tengas, no podrás defenderte de este ataque!!

El gran tornado que era la técnica de Kiba avanzó velozmente hacia su objetivo. Naruto, en un último intento por evitar el golpe, realizó un Kage Bunshin que lo lanzase lejos, pero no fue lo suficientemente rápido y la técnica de Kiba le alcanzó aunque fuese de refilón. La inercia del ataque hizo que Kiba también perdiese el control y se elevase demasiado dando tiempo a Naruto para recuperarse y ponerse en lugar seguro, para cuando comenzó a caer fue demasiado tarde como para esquivar el siguiente movimiento de su oponente.

- ¡Gama Yudan! - una espesa bala de aceite salió de la boca de Naruto para alcanzar al perro gigante.

Al tocar tierra, el aceite comenzó a hacer efecto en Kiba, a quien le costaba mantener el equilibrio y el control de su cuerpo con el resbaladizo líquido cubriéndole. Naruto no perdió la oportunidad, y atizó un preciso codazo en la enorme barbilla obligándolo a levantarse, tras lo cual realizó un nuevo Kage Bunshin y junto con dos nuevos clones elevó al perro por los aires de un puñetazo en el estómago. El peso y el tamaño del gran perro impediría que se alejase mucho del suelo, pero fue el tiempo suficiente como para que Naruto junto con sus dos clones preparasen dos gigantescos Rasengan con los que golpeó al perro en el estómago cuando este descendió. Una gran nube de humo cubrió la zona de batalla.

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Hibiki, Yui y Len ganaban terreno mientras saltaban de árbol en árbol, y lo único que sabían a ciencia cierta era que la batalla aun no había terminado, ya que continuaban escuchando los estruendos provocados por las técnicas de ambos contendientes. Y eso era algo que les daba la esperanza de poder llegar a tiempo de ayudar a su maestro. Al poco vieron como una especie de tornado se elevaba por los aires.

- ¿¡Qué es eso!? - gritó Yui
- Parece la técnica del maestro... pero es enorme.
- Os acabo de decir que le vi convertido en un perro gigante. No hay duda de que es él.
- Es impresionante... - Len no podía dejar de mirar la técnica de Kiba, hasta que empezó a descender – Parece que ahora está cayendo.
- Parece que ya estamos cerca ¿verdad, Hibiki?
- Sí – Hibiki ya estaba nervioso y cabreado ante lo cerca que estaba de encontrarse con su padre.

Los tres continuaron corriendo y pronto llegaron al claro donde tenía lugar la batalla, el gigantesco perro en que se había transformado Kiba caía indefenso sobre dos grandes bolas de chakra para después desaparecer tras una nube de humo.

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El humo parecía que había sido provocado por el choque del enorme perro contra ambos rasengan, pero Naruto sabía que ni siquiera le habían alcanzado y se preparó para el siguiente movimiento. Dándole la razón a sus predicciones, del humo surgieron 3 pequeños tornados; estaba claro que Kiba y sus perros habían anulado la técnica justo antes de ser golpeados y los tres se dirigían ahora hacia Naruto. Los dos clones se situaron protegiendo al original y lograron desviar sendos tornados sacrificándose a si mismos. El tercero iba directo hacia el verdadero Naruto que se preparó para el impacto. De la misma forma que ya detuvo el movimiento del gigantesco perro, Naruto volvió a detener esta vez a Kiba que quedó indefenso frente a él. Tras parar el giro de la técnica de Kiba, Naruto agarró un brazo de este, lo acercó para si y le golpeó fuertemente en el estómago para finalmente dejarle caer al suelo incapaz de hacer ningún movimiento más. En ese momento, Kenta surgió de entre los árboles, y con un veloz movimiento cubrió su técnica de prisión de agua a Kiba y sus dos perros, dejando un clon agua para cada uno.

- Te dije que vigilases los alrededores.
- Y eso he hecho. Por eso he vuelto.
- A que te refieres.
- No creo que sea adecuado que ese jounin se involucre en un reencuentro familiar.
- ¿Reecuentro?

Kiba no quería creer lo que acababa de oír. Las esperanzas que aun mantenía en que sus alumnos no se acercasen habían desaparecido para dejar paso a la preocupación sobre lo que ocurriría a continuación, y más cuando él se encontraba completamente inmóvil a causa de la prisión de agua que le cubría de cuello para abajo. Y finalmente la preocupación se hizo insoportable cuando frente a sus ojos, sus tres alumnos tocaban tierra para enfrentarse a un rival que les era imposible derrotar. Pese a encontrarse de espaldas, Naruto pudo darse cuenta de su llegada.

- Reencuentro... ya entiendo... - el que fuese conocido como último Hokage se giró – Hola Hibiki, hace ya mucho tiempo que no nos vemos.
- ¿Hola? - unas pronunciadas venas rodeaban los ojos del joven Hyuga – Tras dos años de abandono, solo se te ocurre decir ¿hola?... No te lo perdonaré, no te pienso perdonar ¡¡¡¡jamás!!!!

Hibiki corrió hacia su padre lleno de ira y le intentó golpear. Sin embargo, Naruto esquivó el ataque con suma facilidad pero de haber visto la otra técnica que se acercaba hacia él abría obrado de forma diferente. Al momento, Naruto noto que su cuerpo había dejado de moverse, y una larga sombra agarraba la suya.

- ¿Kage Mane no Jutsu? - Naruto miró al chico que acababa de atraparle con la técnica de los Nara, sin tener que pensarlo mucho, se dio cuenta de que se trataba del hijo de Shikamaru.
- Ahora estás atrapado en mi técnica, no podrás moverte.
- ¡¡Teneis que huir!! - Kiba sabía que era inútil que lo hiciesen.
- No se preocupe, maestro. No hemos venido aquí sin tener un plan a mano. Le mostraremos nuestro trabajo en equipo.
- ¿Trabajo en equipo? - Kenta no pudo evitar soltar una ligera risa, ya que tenía una idea de como terminaría el combate
- ¡Ahora Hibiki! - Yui le avisó a su compañero mientras se disponía a golpear a Naruto por la espalda con la vara de hierro. Y por su parte, Hibiki atacó de frente con la técnica blanda de los Hyuga.

Los siguientes segundos fueron tan rápidos que los genin nada pudieron hacer para evitarlos, y al final sus golpes habían sido detenidos. Con la mano derecha, Naruto había desviado el brazo de su hijo que ahora sujetaba, y con la izquierda agarraba el arma de Yui.

- No... no... no es posible... - Len estaba perplejo ante lo que veían sus ojos – Mi técnica debería haberlo detenido.
- Esa técnica es muy buena, pero siento decirte que no tienes el poder suficiente como para que haga efecto en mi.

Naruto agitó su brazo izquierdo provocando que tanto Yui como su arma acabasen en el suelo, y tras ello alzó a su hijo sobre si mismo para terminar dejándolo caer de espaldas sobre el suelo. Al momento corrió hacia Len para después golpearle y lanzarlo contra los árboles.

- Siento que esto haya terminado así, Kiba.
- Maldito... - la voz mostraba un gran resentimiento, y Naruto se giró para descubrir que provenía de su hijo que se levantaba con dificultad – No... No te lo perdonaré... ¡No te perdonaré...! ¡No te perdonaré, jamás! - Hibiki volvió a correr hacia su padre para golpearlo, pero la furia le impidió ver el contraataque de este, que le propinó un duro puñetazo en el estómago
- Lo siento – susurró Naruto mientras le golpeaba.

Hibiki acabó por los suelos de nuevo, y de nuevo se volvió a levantar, aun más cabreado si cabe.

- ¿Lo siento? - Hibiki apretó los dientes con fuerza mientras el viento a su alrededor comenzaba a agitarse alzando el polvo del suelo - ¡¡TÚ NO SIENTES NADA!!

Una corriente de chakra cubrió a Hibiki y las pequeñas heridas del combate cicatrizaron a gran velocidad, ante los atónitos ojos de todos los que allí se encontraban. Hibiki soltó un potente rugido que pudo oírse a gran distancia, mientras corría como si de un monstruo se tratase, hacia su perplejo padre.

- ¡Naruto reacciona! - le gritó Kenta; ante lo cual Naruto volvió en sí a tiempo de esquivar el ataque de su hijo que ahora era mucho más rápido y fuerte que antes.

Naruto agarró a su hijo y lo lanzó para apartarlo y así ganar tiempo. Creo un clon y entre los dos aprisionaron al enfurecido Hibiki. Después le movió la ropa para dejar al descubierto el estómago donde unas marcas empezaban a hacerse visibles, mostrando una técnica de sellado.

- Parece que es la misma... - Naruto se mostraba preocupado e indignado, pero tras ver la forma del sello parecía que hubiese adquirido una ligera tranquilidad – En ese caso, esto funcionará. Espero que me perdones por esto, hijo. ¡Gogyou Fuuin!

Naruto golpeó el estómago de su hijo con las yemas de sus dedos, y tras ello el chakra que le rodeaba se disipó y Hibiki perdió el conocimiento. Naruto no terminaba de creerse lo que acababa de presenciar, y sabía que tendría que modificar sus siguientes movimientos. Cogió a Hibiki y se lo echó sobre el hombro.

- Lo siento, Kiba. Pero... parece que hay cosas que tengo que investigar. Me llevo a mi hijo. Kenta, nos vamos.
- No te lo permitiré...
- No te esfuerces. Con todo el chakra que has gastado y lo dañado que estás, es imposible que puedas escapar de la prisión de agua a tiempo... - su frase se cortó cuando vio una gran shuriken cortó por la mitad a su clon de agua deshaciendo la prisión de agua
- Ahora... maestro... - Yui había sido la responsable del ataque, pero su cuerpo no podía más
- ¡Ahora verás! ¡Garou...! - sin siquiera darle tiempo a terminar de nombrar la técnica, Kenta le golpeó fuertemente con la parte plana de su espada lanzándolo lejos y haciéndolo perder el conocimiento.
- Maestro... - Len y Yui intentaban que les respondiese
- Tranquilos, chicos. Solo está inconsciente, no tengo intención de matar a nadie. Pero no despertará en un buen rato. Je je.

Tras eso Kenta y Naruto desaparecieron entre los árboles, dejando atrás al derrotado grupo de Kiba, y llevándose con ellos al inconsciente Hibiki.

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Tras un rato, los dos clones de agua de Kenta que aun mantenían prisioneros a los perros de Kiba, se convirtieron en charcos de agua, dejándolos libres. Y Kiba empezó a recuperar la consciencia. Habían perdido la batalla.

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Ya lejos de allí, Naruto y Kenta seguían moviéndose dejando atrás la villa de Konoha.

- Nunca me habías dicho que tu hijo tenía los mismos poderes que tú, Naruto.
- Eso es, porque yo tampoco lo sabía.
- ¿Qué?
- Es la verdad. Pero ahora que lo se, tengo que descubrir quién es el responsable de ello.

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