jueves, 10 de diciembre de 2009

[FanFic de Naruto] Asesino Suelto - Capítulo 8

La hojas de los árboles eran agitadas por el suave viento mientras los oponentes se miraban.

- Me alegra que hayáis detectado. Kiba, Akamaru.
- Pues tu alegría se termina aquí – Kiba se colocó en posición de ataque junto a Akamaru -. No te dejaré dar un paso más. Además, estoy seguro de que con lo cerca que estamos de la villa, a poco ruido que hagamos se den cuenta de lo que pasa.
- Pensé que ya te lo había dejado claro la otra vez.
- Lo siento Naruto. Pero no puedo confiar en la palabra de un traidor tan fácilmente.
- Comprendo – Naruto se apartó la capucha y se quitó la capa que le cubría -. Si lo que quieres es luchar, lucharé.
- ¿También me mantengo al margen esta vez? - advirtió Kenta
- Por ahora, preferiría que te encargases de vigilar por si se acerca alguien.

Naruto se lanzó contra Kiba con los brazos extendidos hacia atrás. Kiba apoyó todas sus extremidades en el suelo para después ejecutar un Gatsuuga junto con Akamaru, rodeando a Naruto entre los dos. Sin embargo, tras Naruto surgieron dos clones que se colocaron a cada lado protegiéndole y reteniendo temporalmente a los atacantes, mientras se preparaba para el contraataque. Tras unos instantes los clones fueron vencidos por la técnica de los Inuzuka y se dirigieron hacia el original que se defendió usando el Fuuton Kaiten. El choque hizo que las técnicas se anulasen entre sí y los tres adversarios salieron disparados unos metros.

- Si esa es la situación – Kiba se tragó una píldora y le pasó otra a Akamaru -, tendré que ponerme realmente serio.
- ¿Píldoras soldado? - Kiba transformó su cuerpo con el Juujin Bunshin, mientras que Akamaru solo cambió de pelo su pelaje. - ¿Solo te transformas tú? Pensaba que Akamaru también lo haría.
- Verás que lucha mucho mejor así que con la transformación del Juujin Bunshin.
- ¡Kage Bunshin no Jutsu! – al grito de Naruto, decenas de clones cubrieron la zona.
- ¡Gatsuuga!

Kiba y Akamaru atravesaron como sendos tornados a todos los clones que se encontraban a su paso. Ahora que Naruto había realizado la multiplicación, les resultaba imposible encontrar al verdadero sin llevarse primero a todos los clones, pero eso no resultaba un problema para Kiba. Una vez que los clones fueron eliminados solo quedaba el original que estaba un poco más apartado que el resto. Kiba y Akamaru se unieron para caer sobre él, pero Naruto se cubrió con un nuevo grupo de clones, desviando el ataque hasta el suelo que fue perforado por la técnica de Kiba. Kiba y Akamaru surgieron del suelo a pocos metros de su objetivo y, todavía con la técnica, corrieron hacia él, hasta que algo detuvo su avance y cayeron al suelo. Algo les aprisionaba las extremidades y el cuerpo. Cuando lo observaron con más detenimiento pudieron ver un buen número de hilos metálicos que se habían atado sobre ellos, reteniéndolos.

- Lo siento, Kiba – dijo Naruto mientras caminaba hacia ellos -. Como verás he añadido algo de variedad en mi estilo de lucha. Y ahora te quitaré esta técnica igual que hice la primera vez, de un puñetazo – dijo Naruto recordando su pelea contra Kiba durante el examen de chuunin.

Rápidamente Naruto corrió hacia Kiba golpeándole en el estómago con la esperanza de que el impacto deshiciese la técnica de Kiba, y lo hizo, pero lo que encontró fue algo inesperado. Un segundo perro apareció en el lugar de Kiba.

- ¡¿Qué?! - mientras Naruto se sorprendía, el verdadero Kiba surgía tras él desde debajo del suelo con un nuevo Gatsuuga
- ¡Cómete esto! - gritó Kiba al tiempo que lo golpeaba con su técnica

El poderoso impacto lanzó a Naruto varios metros, y le dejó parte de la ropa desgarrada, estaba claro que no pudo protegerse a tiempo. Pero aun no estaba vencido.

- Un segundo perro... - dijo Naruto -. Pensé que lo habrías usado para avisar a la villa.
- Ya te dije que bastaría con nuestro ruido para atraerlos. Y ahora que lo has visto, ya puedo usar mi técnica más poderosa.

Kiba dio de nuevo una píldora a cada uno de sus perros, y otra para él. Tras eso se colocaron juntos y al grito de “Inuzuka Ryuu Chinjuu Konbi Henge: Soutou Rou” una gran nube de humo los cubrió. Antes de que se disipase, Naruto sacó un pergamino y tras colocar la mano sobre el mismo, un clon en posición de concentración apareció a su lado, para después desvanecerse. Cuando el humo que cubría al equipo de Kiba se disipó un gigantesco perro de tres cabezas se mostró en su lugar.

- ¡¡Garouga!!

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Los tres genin corrieron hacia la zona de la pelea, pero a causa de lo nerviosos que estaban con la cercana pelea no se dieron cuenta del peligro hasta que lo tuvieron encima, o mejor dicho, debajo; ya que una gran espada tajó el tronco de los árboles sobre los que se encontraban. Con rápidos reflejos los jóvenes ninjas saltaron a una posición segura y observaron el área en busca de su atacante.

- Lo siento chavales – dijo un desconocido -. Pero no puedo dejaros continuar así como así. Esta zona es muy peligrosa para vosotros.
- Una gran espada, ojos negros, cabello oscuro y revuelto, y dientes de tiburón – Yui describió al oponente en voz alta -. Coincide con las descripciones de los aldeanos del otro día, debe de ser el compañero de Naruto.
- Vaya – se sorprendió Kenta -, no me esperaba que lo supieseis. Pero eso no cambia la situación, será mejor que volváis por donde habéis venido.
- Y también pretenderás que mantengamos la boca cerrada ¿no? - ironizó Hibiki
- La verdad es que eso no me importa demasiado, estoy seguro de que todo habrá acabado antes de que nadie llegase.
- Esta bien – aceptó Len -, nos marcharemos.
- ¡Pero de qué hablas! ¡No podemos...! - Hibiki fue detenido por Len
- Callate – susurró Len -. Si luchamos contra este tío perderemos mucho tiempo, así que daremos un pequeño rodeo.
- De acuerdo – asintió Hibiki. Y los tres volvieron sobre sus pasos hasta perder de vista al enemigo.
- Estos chicos – pensó Kenta -, ¿realmente piensan que me lo he tragado?

Los tres genin se alejaron un poco más y después tomaron otra ruta para avanzar, pero de nuevo, Kenta les paró los pies.

- Está visto que sois muy tercos. En este caso es inútil que os pida que volváis, así que tendré que usar la fuerza. Y no os va a gustar.
- No nos subestimes – dijeron los tres genin

Kenta cargó contra ellos con su espada. Sin embargo, los tres esquivaron la espada que rebanó un árbol. Hibiki se subió a la parte plana de la hoja de la espada y sobre ella corrió hacia Kenta para golpearle en la cara. Kenta la inclinó para hacerle caer, pero al ver que estaba usando su chakra para mantenerse unido a ella por los pies, decidió golpear hacia el suelo, momento en el cual Hibiki tubo que saltar de su posición para volver a tierra. Ya que fue un movimiento imprevisto, Hibiki dejó la defensa abierta y Kenta aprovechó para apartarle de una patada, y después cambió de objetivo dirigiéndose hacia Yui que le atacaba con una vara de hierro. Las dos armas chocaron entre sí, pero la fuerza de Kenta era muy superior y obligó a la pequeña kunoichi a soltar su arma al tiempo que caía al suelo. Con velocidad, Len corría hacia Kenta, pero este le golpeó con la parte plana de la espada apartándole.

- Ya está bien – se cansó Kenta -. Me gustaría seguir jugando, pero no tengo tiempo.

Kenta se puso la espada a la espalda y se dispuso a ejecutar un jutsu, pero en el momento justo en que sus manos iban a formar el sello, su cuerpo se detuvo contra su voluntad.

- ¿Qué demonios?
- Kage Mane no Jutsu – sonrió Len -. Ahora estás bajo mi control.
- Bien hecho Len.
- No te quedes ahí parado Hibiki. Si he hecho esto es para que vosotros podáis seguir y ayudar al maestro a luchar contra tu padre.
- (¿Padre? - pensó Kenta – Por eso se le parecía tanto. Eso cambia las cosas.)
- Pero no te sobreesfuerces.
- Tranquilos, ni siquiera hará falta que le dejéis aquí – dijo Kenta -. Será divertido ver el reencuentro.
- De que demonios hablas – el enfado de Hibiki no sirvió de nada, pues Kenta se convirtió en un charco de agua frente a sus ojos.
- ¿Un clon de agua? - se sorprendió Yui – Solo era un clon de agua y apenas pudimos hacer nada...
- No te preocupes, Yui. Vamos a dar apoyo al maestro Kiba, junto con nuestras técnicas es seguro que le ayudaremos a vencer – la animó Len.

Hibiki concentró su mirada hacia la zona de batalla, y así pudo observar la gigantesca transformación de su maestro.

- Es impresionante... el maestro se ha convertido en un gigantesco perro.
- Debe de ser una de las técnicas ocultas del clan Inuzuka. Que suerte tienes de poder verla.
- No pienso dejar que Hibiki sea el único que pueda ver las técnicas del maestro. Si nos damos prisa seguro que nosotros también podemos verlas.

Hibiki anuló el Byakugan para guardar energías y junto con Len y Yui siguieron avanzando.

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En otro punto del bosque el verdadero Kenta se detiene al notar que uno de sus clones ha desaparecido, recibiendo así la información que obtuvo dicho clon.

- Siendo así, tendré que volver con Naruto – Kenta se giró -. Será mejor que le avise.

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El enorme tornado, en que se habían convertido Kiba y sus perros, cruzó la zona de batalla hacia Naruto provocando un gran estruendo que pudo oírse a gran distancia. La forma de la técnica hacía que todo el suelo bajo ellos se deformase, pero para sorpresa de Kiba su ataque empezó a detener su avance poco a poco, hasta que ya no lograba moverse ni un palmo más. Frente a ellos, Naruto detenía su poderoso tornado con sus manos únicamente protegidas con una técnica de viento que giraba en sentido contrario al tornado de Kiba. El enorme perro se apartó de Naruto, situándose a una distancia prudencial.

- Es imposible... es... es la primera vez que detienen mi ataque con las manos desnudas... - ladró el gran perro
- Si tú te pones serio... yo también tengo que ponerme serio, Kiba – Naruto abrió sus ojos y le miró
- ¡Esos ojos! - la mirada del enorme perro mostraba su sorpresa - ¡El modo ermitaño!

Naruto se pone serio.

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